La tía Megan y el tío Mike, desde hace algún tiempo están buscando tener un bebé. Pero luego de varios intentos frustrados, los doctores encontraron que Mike tiene un conteo muy bajo de espermatozoides, lo que es bastante difícil cumplir su sueño. Estos fracasos consecutivos han venido deteriorando la pareja y la relación entre ambos. Megan entiende que, si no logra quedar embarazada, posiblemente deberán divorciarse, y volver a su país (Canadá). La situación la lleva al límite y ella necesita quedar embarazada de Mike sea como sea. Megan recurrió a su Dr. el que le recomendó los bancos de esperma, pero ella temía que, si lo hacía con el esperma de un desconocido, el bebé no se pareciera a su esposo. Luego de pensar y pensar, se le ocurrió que su sobrino preferido, podría ser un buen donante, ya que todos los hombres de la familia de Mike, son muy parecidos. Así que decidió, que tal vez, si ella hablaba con él chico, y le explicaba la situación, él tal vez accedería a darle una muestra para el conteo de esperma.
Hoy en chico recibe un mensaje de su tía, así que luego de salir de la escuela, viene directamente a la casa de su tía, para ver de qué se trataba. Megan le explica su situación, y que si Mike no logra ser padre seguramente la relación se termine y deberá volver deportada a Canadá. Pero su sobrino la quiere mucho y desea ayudar a su tía como sea posible. Megan le habla sobre su loca idea, de que él pueda donar su esperma y lograr hacer creer a Mike que logró embarazarla, todo lo cual deberá ser un secreto entre ambos. El chico no está muy convencido, pero ante la posibilidad de perder a su tía accede. Megan ya tenía todo dispuesto, así que le da un recipiente y le dice que podría hacerlo en su cuarto. Pero el chico luego de intentarlo un rato, no puede venirse, ya que se encuentra muy tensionado y nervioso. Así que llama a su tía para decirle que no le es posible darle la muestra, porque se siente incómodo con lo que está haciendo. La tía Megan desesperada por conseguir su muestra, se le ocurre darle una mano, y le dice que ella podría ayudarlo a concentrarse si accede a que ella lo ayude masturbándolo. Megan deberá romper esa inhibición, y tomar entre sus manos la verga de su sobrino, para jalársela bien rico. El chico se pone muy nervioso por toda esa situación, pero poco a poco empieza a disfrutar realmente de las cálidas manos de su tía, la cual, con suaves y dulces movimientos, hacen que él se acabe abundante, dándole una buena carga de esperma para su análisis
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