Kira, es una agente inmobiliaria, profesional, elegante y muy emprendedora, con una buena visión para los negocios inmobiliarios. Pero ella tiene un oscuro secreto. También es una ninfómana adicta al sexo, que no puede mantener a raya sus deseos. Así que, para poder lograr el control y la claridad mental, siempre antes de cada negocio, ella realiza un ritual de autosatisfacción, solo para que sus impulsos sexuales no arruinen una venta. Hoy planea firmar un contrato, con Michel gestor inmobiliario. Él es un profesional a quien Kira conoce desde hace tiempo. Ella siempre lo miraba con deseo, pero ha mantenido distancia, ya que temía que eso perjudicaría en los negocios. Pero hoy sería distinto, si Michael, firmaba el contrato final, Kira ya no tendría ningún conflicto de intereses. Finalmente, el contrato se firmó. Michael extiende su mano para cerrar el negocio de forma profesional, pero Kira ya estaba ardiendo, y no dudó en mostrarle que ella quería sellar el acuerdo de otra manera. Así que de inmediato ella se dispone a hacerle unas buenas mamadas de garganta profunda. Michael no podía resistir los encantos de Kira se podía ver que ella era realmente ardiente. Pero Kira es una mujer que disfruta del sexo duro, y no le bastará una simple y delicada cogida. Ella realmente se entrega de cuerpo y alma cuando se trata de sexo. Ya vio el tamaño de la verga de Michael, y ella como es adicta al sexo duro y a las sensaciones intensas, ahora estaba rogándole para que él le rompa bien el culo. Michael en verdad tiene una buena verga, y la va a hacer gritar de dolor. Pero Kira es buena hembra, y el dolor solo la hace pedir más y más... Ella no estará satisfecha hasta que él le desflore bien el culo y se venga unas cuantas veces con su verga. Kira pone empeño en lo que hace, y hoy cerrará el negocio, y volverá a su casa con el culo bien roto, y con un buen trago de leche en su boca.
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