Tommy es un chico muy holgazán e irresponsable. Es tan despreocupado que entró al baño a orinar, sin tener en cuenta siquiera en bajar la tapa del inodoro, dejando todo salpicado con su orín. Un rato después entra su hermanita al baño, y sin darse cuenta se sienta en el inodoro, encontrando esa desagradable sorpresa, que el idiota de su hermano, había dejado toda salpicada la tapa, y parte del piso del baño. Enojada llama a gritos a su hermano para que se haga cargo de todo ese desastre. Ella le obliga a entrar al baño para limpiar el piso, y hacerse cargo de limpiar sus nalgas. Lana quería darle una importante lección, obligándole a limpiar su culo. Pero el chico, no lo tomó así. Ya que ver el culo de su hermana no fue para nada un castigo, sino que fue una grata y agradable sorpresa. Mientras ella le daba la espalda para que él limpie su culo, el chico estaba empalmado con su verga entre sus manos, y decide aprovechar esa ocasión, para hacerle creer a su hermana, que él la limpiaría, y que no debería extrañarse de sentir algo frotándola por detrás, que solo se trataría de una toallita húmeda, que él usaría para limpiar su trasero. Pero lo que en realidad pensaba frotarle era la cabeza de la verga. Lo que sucedió después, fue que cuando le quiso frotar la verga, no pudo contener el impulso de metérsela en la concha, y con un rápido movimiento se la termina mandando hasta el fondo. Esto hace que la hermana se sobresalte y comience a gritar e insultar. Él se justifica diciendo que no pudo contenerse porque estaba muy excitado, ya que ella es demasiado hermosa y sensual. Lana no podía creer lo que su hermano había hecho. Pero, por otro lado, ella sintió que eso no había estado tan mal. Y como era bien puta, y ni papá ni mamá no estaban en casa, había que aprovechar la ocasión para darle otra oportunidad, y continuar esto en el dormitorio. Ella le demostrará porque es la mejor hermana que él jamás pudo soñar
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