Al día siguiente mamá necesita tener una conversación seria con su hijo, ella está preocupada por las malas juntas, y que esa gente lo lleve a volver a la cárcel. Él le dice que desea cambiar, pero que se junta con ellos para distraerse, que tal vez solo necesita coger con alguna chica, pero nadie quiere nada con él. Por ello, ahora le pide a su madre que lo ayude en este tema, y lo deje practicar con ella, ya que desconoce si acaso aún puede hacerlo. Además, le dice que por culpa de su padre, ella también es una mujer sexualmente frustrada, que vive en un matrimonio devastado, y que ambos podrían disfrutar juntos haciéndolo. Pero aun así, con todos los argumentos de su hijo, mamá le responde que esto ya había ido demasiado lejos, y que coger con ella sería, otro nivel en la escala de lo inapropiado e incestuoso, de lo cual ella no quería participar, ya que él es su hijo. Pero el chico le suplica por su ayuda, puesto que hace muchos años que ha estado preso, y debido a ello necesita practicar sexo con alguna mujer para rehacer su vida normal, y que si ella desea verlo feliz debería acceder. Si ella acepta, él le asegura que nadie jamás lo sabrá. Mamá está confundida y abrumada con lo que ha pasado estos días, y su instinto sexual está despierto. Así que luego de tanta insistencia, y de escuchar los argumentos de su hijo, accede a practicar sexo con ella. Pero lo que Mamá no tenía en cuenta, era que su hijo tenía una verga demasiado grande, y que tantos años sin tener sexo iban a hacer que ella reciba verga como jamás imaginó. Y que luego de sentirlo totalmente dentro de ella, ya no querría parar de cogérselo. Ahora solo se escucharían los gritos de mamá, recorriendo toda la casa, suplicando más y más por la verga de su hijo
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