Ya pasaron algunas semanas y la tía Megan finalmente recibe de la clínica el resultado del conteo de espermas. Así que le manda a su sobrino un mensaje de texto para que venga a su casa luego de salir del colegio. El chico llega algo ansioso por conocer el resultado. La tía Megan le da la feliz noticia, de que el conteo de espermas es muy bueno, y él es el candidato ideal, y que además ella comenzó con su ovulación y es el momento perfecto. El chico emocionado pregunta sobre ir a la clínica para hacer el procedimiento. Pero la tía le explica que no puede pagar ese procedimiento ya que es muy costoso, y el tío Mike se enteraría al ver la factura. Así que respira hondo y le dice que no tiene otra alternativa y que deberán hacerlo de la forma antigua. El chico totalmente asombrado le responde que eso se trataría de tener sexo y estaría muy mal. Pero la tía le explica que no se trata de tener sexo, sino que es un procedimiento para hacer un bebé, y todo se hará simplemente con ese fin, y que no hay placer de por medio, y que incluso ella no disfrutará en absoluto de esto, por lo cual no debe tomarse como una infidelidad. De igual manera le explica que deberá permanecer en secreto, ya que el tío Mike nunca podrá saber que el bebé no es de él. El chico algo inseguro de todo esto decide acceder, solo por ayudar a sus tíos. Así que Megan le pide que si no es tan amable la acompañe a su habitación donde se dispondrán a hacer el procedimiento. Una vez en el cuarto Megan le explica que solo se quitarán la ropa de la cintura hacia abajo, ya que no hay necesidad de desnudarse ni de mayor contacto, y le vuelve a pedir a su sobrino que por favor se acueste en la cama para continuar con el procedimiento. El chico se recuesta y rápidamente tiene una erección. Megan se asegura que el pene del chico esté listo para ella, y una vez lo consigue, ella le advierte que deberá subirse sobre él, y que solo deberá relajarse y dejarla hacer el trabajo del procedimiento, que requiere que su pene se introduzca dentro de su vagina. Megan se sube sobre el chico y coloca el pene justo en el borde de su vagina para seguir con su procedimiento de fertilidad. Pero Megan no tenía en cuenta que el pene de su sobrino era demasiado grande y grueso, y una vez que ella se monta sobre él y deja caer el peso de su cadera, descubre asombrada que su estrecha vagina no estaba preparada para soportar el enorme pene de su sobrino, que logró sentir dentro de ella pujando y abriéndose camino hasta lo más profundo de su útero. Llegó tan adentro de su concha que no pudo evitar soltar un grito de dolor y placer. El chico, al escucharla gritar se preocupó tanto que pensó que le estaba lastimando. Pero su tía rápidamente le tranquiliza y le pide que siga. Megan, solo había planeado hacerlo únicamente para conseguir lograr su objetivo que era quedar embarazada, y jamás lo haría con implicaciones personales, o lo disfrutaría. Pero el tamaño de la verga del chico no estaba en sus planes, y la estaba haciendo gozar como nunca lo hizo otro hombre. Aunque ella intentaba resistirse a sus impulsos y a sus convicciones morales, fue vencida por el placer que estaba recibiendo, por los constantes bombardeos de las intensas contracciones vaginales, que solo el pene de aquel chico le había provocado por primera vez en su vida. Megan no puede soportar más el placer y termina por dejarse ir, acabándose apasionadamente sobre la verga de su sobrino. Su orgasmo fue tan intenso, que avergonzada, debió cubrir su boca para contener sus gemidos evidentes. El chico, desconociendo que le sucedía a su tía, y porque motivo su tía lo había dejado tan empapado en su entrepierna, se asustó, y se preocupó, ya que pensó que le pasaba algo malo. Pero Megan, evita dar explicaciones, y pide que siga con el procedimiento y se despreocupe, y se enfoque en su objetivo, que era darle su esperma. Ahora ella ya satisfecha, y con su concha aun palpitando por su reciente orgasmo, se pone en posición para su mejor descarga de espermatozoides y fertilidad, acostándose con las piernas hacia arriba, para facilitar la llegada al ovulo. Así que le pide a su sobrino que no tenga miedo, y ya que tiene una verga muy grande, que la aproveche, y lo mejor y recomendable es que se la meta bien fuerte y hasta el fondo, para lograr llegar mejor a su óvulo que está en lo más profundo de su vagina, donde deberá descargar hasta la última gota dentro de ella. El chico, siguiendo las instrucciones, y ya con el permiso de su tía, le da verga sin lástima, muy fuerte y hasta el fondo para llegar a su ovulo, donde logra descargar todo su esperma en lo más profundo de la concha de su tía, para dejarla bien llena y complacida, como no era de esperar
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