Iván desconoce que Mía, su joven vecina, está caliente con él. Ella vive llamándolo continuamente para que la ayude a reparar cosas en su casa. Pero Iván es bastante lento, y no se da cuenta de sus verdaderas intenciones, y su evidente coqueteo. Mía lo vuelve a llamar a su casa, pero esta vez intentará ser un poco más directa para que el pobre Iván capte las señales. Así que se le ocurre hacerlo pasar al dormitorio, donde él enseñará que su cama parece estar haciendo ruido, y para ello necesitará hacer una pequeña demostración. Por lo que le solicita a Iván que se suba al mismo tiempo que ella. Una vez que ambos están en la cama, ella se monta sobre él y levanta su blusa para mostrarle sus hermosas tetas. Iván queda boquiabierto, y a parecer ahora capta las señales, y finalmente entiende lo que Mía estaba necesitando desde hace tiempo
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