Geisha es una joven muy tímida, dedicada al estudio y a sacar las mejores notas. Por lo que cometer faltas disciplinarias, o verse en vuelta en situaciones de mala conducta, no es propio de ella. Pero hoy, por primera vez en su vida, está en la sala de detenciones, donde deberá dar explicaciones del motivo por el cual fue castigada.
Ella narrará con detalles lo sucedido, cuando Mark, un chico popular de último año, entró a la Biblioteca aprovechando que ambos estaban solos. Él la miro, y comenzó a hablarle. Ella siempre pasó desapercibida para todos los chicos, pero Mark curiosamente parecía interesado en ella. Lo que hizo que ella se sintiera vulnerable a sus encantos. Mark la convence de lo hermosa que es, y de que él siempre la ha querido conocer. Geisha, permite que él siga coqueteándole, pero Mark solo pretende conquistarla como lo hace con todas las chicas. Geisha se ve envuelta en todas sus mentiras, y permite que él comience a tocarla. El juego empieza a subir de temperatura, y Geisha pierde el sentido de la razón, seguramente, producto de sus impulsos sexuales reprimidos por años, y que ahora afloran, para convertirse en otra víctima de Mark, un absoluto patán, que aprovechará la inocencia e ingenuidad de Geisha, para convencerla de perder la virginidad. Tan solo para lograr ser el primer hombre en estirar su pequeña concha, y hacerla gemir a gritos por toda la escuela como una perra en celo. Algo que, evidentemente, generó tanto alboroto que fueron descubiertos
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