Lilly descubrió la infidelidad de su esposo, una traición que la destrozó por completo. Durante días se sumergió en el dolor, pero pronto decidió que no podía quedarse de brazos cruzados. La venganza comenzó a tomar forma en su mente. Su plan era simple, pero efectivo: llamó a Peter, el mejor amigo de su marido, y lo invitó a su casa con una excusa casual. Cuando él llegó, Lilly comenzó a desplegar su actuación, seduciéndolo poco a poco. Cada gesto, cada palabra, estaba cuidadosamente calculada para atraparlo. Peter, sin sospechar las verdaderas intenciones de Lilly, cayó en su red. Así, Lilly logró lo que se había propuesto: no solo vengarse de su esposo, sino hacerlo utilizando a su amigo más cercano, convirtiendo a Peter en una pieza clave de su dulce venganza
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.